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Crónica de un piscinero: Guillem Prada

Guillem Prada nació hace 26 años en La Seu d’Urgell. Con solo 16 años dejó de estudiar para trabajar y pasó por una infinidad de trabajos distintos hasta hoy. Desde cara al público hasta el sector primario y secundario, ha hecho todo y más, pero ninguno de los puestos que ha tenido estaba relacionado con la programación. Su interés por la tecnología le hizo dar un paso importante en su vida y se lanza a la piscina sin pensárselo.

Guillem ¿cómo conociste 42 Barcelona? ¿Por qué decides saltar a la piscina?

Conocí 42 a través de mi madre. Yo estaba mirando la opción de cursar una carrera y lo encontré una buena opción formativa, no solo por ser unos estudios gratuitos, también por tener una representación mundial con distintos campus. Me pareció una gran oportunidad para retomar mis estudios y darle una nueva proyección a mi futuro con algo que me gusta.

Y hasta ahora, ¿qué te ha parecido la metodología 42 y cómo la compararías con la tradicional?

Estuve buscando mucha información por internet, y el sistema de 42 me llamaba la atención ya que se adecuaba mucho a mí, a mi forma de aprender. Además, no dependes de tener que ir a una clase la cual lleva un ritmo fijo, dependiendo de tu ritmo puede que no comprendas los conceptos. En mi opinión a veces la educación tradicional es muy teórica y poco práctica. Considero que no todo el mundo aprende a un mismo ritmo y creo que la metodología 42 ofrece la posibilidad de que cada uno pueda ir a su ritmo sin llegar a despegarse de su grupo.

¿Y la piscina cómo la llevas?

No pensé que la piscina me consumiría tanto a pesar de saber con anterioridad que le iba a dedicar todo mi tiempo. Hay que echarle muchas horas, así que el que piense que puede compaginarlo con el trabajo… está complicado pero no es imposible. Yo no podría.

Antes de lanzarme a la piscina, no tenía conocimientos en programación, así que es como si te viene una enciclopedia encima y te vomita, no sabía que el cerebro se podía usar tanto.

El peer-to-peer, es lo que más me gusta, la capacidad que tiene la gente cuando desconoce algo para llegar a conclusiones entre ellos y luego compartirlas con los demás.

También decir que el conocer a gente nueva que le guste lo mismo que a ti, hace que te guste más lo que ya lo hace. Siento que en 42 Barcelona no pierdes el tiempo, como si me ha pasado muchas veces en otras partes. Aquí el tiempo y las horas que le echas son como si estuvieses en una cápsula del tiempo, como si el tiempo pasara diferente en cuanto pasas por la puerta.

Lo peor para mí, la frustración en los exámenes. Me sorprendió mucho la tensión que se generó el día del primer examen, el ambiente estaba cargado y la presión era sólida.

¿Hay algo que te interese en particular del mundo de la programación?

Lo que más me gusta es que es multidisciplinar, es algo en lo que nunca dejas de aprender. Te da la posibilidad de ser autodidacta e independiente. La IA y el Data Science son los sectores de programación que más me llaman la atención, al igual que la ciberseguridad, pero en general me atrae todo. De hecho, aspiro a acabar el common core en un año, ya que estoy dispuesto a darle mi 100% de mi tiempo.

¿Y la incertidumbre?

Creo que es una de las cosas más especiales de 42. Llegas sin saber nada, nadie te cuenta nada y tus compañeros no saben nada. Preguntas, y nadie sabe nada… Y cuando pasa la primera semana en la piscina, te das cuenta de todo lo que puedes llegar a aprender en un transcurso de tiempo muy limitado. Al fin y al cabo, son 26 días en los desde el minuto 0 entiendes el concepto de inmersión, te empapas de código, y ves todo lo que puedes llegar a aprender aquí.

Para no frustrarme intento tomarme descansos cada cierto tiempo jugando al ping-pong, ya que me relaja y me ayuda a “limpiar” la cabeza.

¿Algún consejo para alguien que se lance a la piscina?

La tolerancia a la frustración, disponer de tiempo y sobre todo, echarle ganas. También ayuda mucho ser una persona sociable para poder apoyarte en tus compañeros y compañeras.

Aparte, llevar unos buenos hábitos saludables como comer y descansar bien se los recomiendo a todo el mundo. ¡Aunque con el calor que hace estos días, está complicado!